Mañana, sábado 21 de Abril, Josep Borrell recibirá el I Premio Beato de Liébana ‘Entendimiento y convivencia’ para premiar sus contribuciones al entendimiento e integración en el ámbito internacional a lo largo de su dilatada trayectoria.

Borrell fue el tercer español en presidir el Parlamento Europeo después de Enrique Barón (1989-1992) y José María Gil Robles (1997-1999), con un mandato de 2 años y medio, tras un acuerdo con el Grupo Popular que establecía que en la segunda mitad de la legislatura, su candidato tomaría el relevo. Además, ha participado en Grupos de Trabajo de Gobierno Económico, Europa Social, Política Exterior y Defensa.

Actualmente es catedrático europeo Jean Monnet en el Instituto Complutense de Estudios Internacionales.

Recordemos que dentro de la Estructura Institucional de la UE, el Parlamento tiene prioridad protocolaria sobre las demás autoridades, comparte con el Consejo la competencia de crear legislación y presupuesto, controla efectivamente el presupuesto de la UE, y tiene la potestad de elegir al presidente de la Comisión (órgano ejecutivo de la Unión), que es responsable ante el Parlamento y puede incluso destituirla.

Una de las grandes cuestiones con las que lidió durante su tiempo al frente del Parlamento fue la Constitución Europea, modificación institucional necesaria que caracterizó adecuadamente, al declarar que “aunque imperfecta”  sin ella la UE “no sería en mucho tiempo más que un gran mercado”, y que si bien terminó reformulándose y perdiendo su aspiración constitucional, sirvió como base para el Tratado de Lisboa, que rige el actual sistema institucional de la UE.

Otro gran caballo de batalla de su legislatura fue la aprobación del presupuesto de 2007-2013, que incluía el reparto de fondos comunitario tras la reciente ampliación en 2004 con el ingreso de 10 nuevos estados, que según Borrell, pondría “a dura prueba la solidaridad entre europeos”, y cuya configuración se consiguió que fuese moderadamente favorable a España, manteniéndose como receptor neto.

Además, durante su mandato se aprobó la adhesión de Rumanía y Bulgaria a la Unión Europea, e influyó decisivamente en la configuración de la anterior Comisión Europea. Dicha Comisión, lanzó en 2006 un Libro Blanco para trazar las líneas “Debatir sobre Europa implicando a los ciudadanos”, que sirvió de base para la actual política de comunicación de la UE centrada en el ciudadano, y gestionó la Directiva Bolkenstein, que favoreció la libertad de establecimiento y la libre circulación de servicios entre los Estados miembros de la Unión Europea. La Directiva incluye una serie de disposiciones para las empresas de servicios y sus usuarios como es la simplificación de procedimientos y trámites para el acceso y ejercicio de una actividad de servicios y un sistema de cooperación administrativa entre las autoridades competentes de los Estados miembros, es decir, que fomentan  la igualdad y el ejercicio de los derechos de los ciudadanos europeos.

Toda esta labor en favor del entendimiento internacional contribuye a hacerle merecedor del I Premio Beato de Liébana, cuya entrega en el Centro de Estudios Lebaniegos, a las 12 del mediodía, culminará una mañana que comenzará con el acto de recepción en la Torre del Infantado, durante el cual el Presidente de Cantabria, don Miguel Ángel Revilla, el alcalde de Potes, don Javier Gómez, y el presidente de la Cofradía de la Santísima Cruz, don Javier Lombraña, se unirán a Borrell y a Manuel Gutiérrez Aragón, el otro ilustre galardonado con el Premio  Beato de Liébana, para depositar sus visiones sobre el Patrimonio Religioso en la Antorcha del Patrimonio y la Cultura.